Pintura a la acuarela

By: Laura Jiménez

Seguramente, como mucha gente, pensarás que pintar no es lo tuyo. Sinceramente, yo también pensaba lo mismo hace menos de un año.

Yo empecé coloreando mandalas, por aburrimiento en la cuarentena, pero llegó un momento en el que me había quedado sin mandalas que pintar, así que empecé a dibujar mis propios mandalas, y un mes después, ya me aburría pintarlos.

Así que, en vez de dejar de hacer lo que más me gustaba (pintar), decidí probar otro tipo de pintura y de esa manera empecé a pintar con bolis dibujando garabatos y tratando de buscar distintas formas para darme ideas acerca de qué podía pintar, hasta que un día…

 ¿Adivinas qué?

¡Exacto! ¡Me volví a aburrir! Y de repente llegó el verano y me aburría como una ostra, así que empecé a investigar por instagram y tiktok. Después de mucho tiempo llegué a la conclusión de que podía empezar a probar pero no me salía, hasta que vi un tutorial de cómo dibujar un tigre y lo intenté, lo juro. De hecho, lo intenté tantas, pero tantas veces, que me rendí y empecé a intuir formas en los bocetos antiguos de los tigres y descubrí que tenía más imaginación de lo que yo pensaba. 

Un día como otro cualquiera me fui a una tienda llamada Tiger y compré unas acuarelas y se convirtieron en mi tipo de pintura favorito. Y os preguntaréis, “¿por qué?” Pues, para mi gusto, es más práctico, ya que se seca antes y, para lo que yo la uso, es lo mejor. Pero si quieres que la pintura sea más duradera lo más recomendable es el óleo, aunque tarda mucho en secarse y yo no tengo tanta paciencia. En cambio si lo que quieres es que tenga un toque brillante te recomiendo las pinturas acrílicas. 

Mucha gente espera sentir inspiración al pintar o cosas así, pero al menos, cuando yo pinto, es para entretenerme, y no para inspirarme o para relajarme.

Y hasta aquí llega mi experiencia pintando.

Espero que te sirva.

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